ARTE Y NUDISMO: FELICE CASORATI

         Felice Casorati (Novara, 1886-1963), hijo de un militar que tenía que cambiar de domicilio familiar frecuentemente, se interesó muy pronto por la música, lo que le llevó a  empezar estudios de piano; pero a raíz de una enfermedad grave, abandonó el piano y se aficionó al arte. La familia se traslada a Padua en 1895. Aunque por complacer a su madre cursó la carrera de Derecho en la Universidad de aquella ciudad hasta licenciarse en 1906, el arte era su interés principal, que se consolidó cuando en 1907 participó con éxito en la Bienal de Venecia. A partir de ese momento se entregará a la pintura. Desde 1908 a 1911 vive en Nápoles, pero, desencantado del ambiente, se traslada a Verona, donde funda la revista La Via Lattea, para la que hace ilustraciones. Por esos años empieza a recibir influencias del "Jugendstil" -versión germánica del "Art Nouveau"-, de los pintores simbolistas y muy especialmente de Gustav Klimt, cuya huella es muy perceptible en ciertas obras suyas de entonces. Comienza a trabajar también como escultor y grabador. Después de cumplir el servicio militar (1915-1917) durante la Primera Guerra Mundial, muerto su padre y firmado el armisticio, en 1918 se traslada a Turín con su madre y dos hermanas. Comienza entonces una etapa de recuperación del gusto clásico, inspirado por los grandes pintores del Renacimiento, sobre todo por Piero della Francesca: lo que se ha llamado "la vuelta al orden" del arte italiano. Trabaja también como decorador teatral y escenógrafo. En 1923 fue detenido por participar en actividades antifascistas, lo que hizo que en adelante moderase sus posiciones políticas. En Turín abre un estudio para jóvenes artistas. Entre sus alumnos estuvo la pintora inglesa Daphne Maugham, que se convertiría en su esposa. En 1955 la casa Fiat le encargó una obra para el lanzamiento del Fiat 600. En 1961 tuvo que sufrir la amputación de la pierna izquierda, aunque eso no le impidió continuar su trabajo. Hasta su muerte en 1963 siguió viviendo en Turín. 

       La parte más representativa de su obra aúna de un modo muy personal un figurativismo muy nítido, con escenas de la vida cotidiana en interiores domésticos, y una atmósfera de extrañeza o misterio, a veces próxima a la de la "pintura metafísica", por lo que algunos han calificado su estética de "realismo mágico".

Felice Casorati junto a su esposa, Daphne Maugham