Y MÁS TESTIMONIOS: EL DE JEAN-BAPTISTE DEBRET
Jean-Baptiste Debret (1768-1848) fue un dibujante, pintor y grabador francés, alumno de Jacques-Louis David, de quien era primo. Con él paso un tiempo en Roma en la década de 1780. En 1785 ganó el segundo premio en el "Salon des Beaux-Arts" de París. Bonapartista convencido, tras la caída de Napoleón se va a Brasil (1816) como miembro de una "Misión Francesa" convocada por el rey de Portugal con el fin de establecer en Río de Janeiro una academia de Bellas Artes, la "Escola Real de Artes e Oficios", más tarde "Academia Imperial de Belas-Artes".
Permanecerá en Brasil hasta 1831, y durante esos años de estancia observará la vida cotidiana de la colonia, viajará por ella y hará litografías sobre temas brasileños. También retrata al rey João VI de Portugal, refugiado allí a raíz de la invasión napoleónica, y a la primera emperatriz del imperio, la Archiduquesa María Leopoldina de Austria. A él se debe el diseño de la bandera imperial de Brasil, realizado en 1820.
Permanecerá en Brasil hasta 1831, y durante esos años de estancia observará la vida cotidiana de la colonia, viajará por ella y hará litografías sobre temas brasileños. También retrata al rey João VI de Portugal, refugiado allí a raíz de la invasión napoleónica, y a la primera emperatriz del imperio, la Archiduquesa María Leopoldina de Austria. A él se debe el diseño de la bandera imperial de Brasil, realizado en 1820.
El mismo año de su regreso a París (1831), publica un libro titulado Voyage pittoresque et historique au Brésil, ou Séjour d'un artiste français au Brésil, depuis 1816 jusqu'en 1831, donde recoge sus impresiones de aquel país con una serie de dibujos (estampados por Charles-Étienne-Pierre Motte) que reflejan diversos aspectos de la realidad brasileña del momento -naturaleza, gentes y costumbres-, con particular atención a los distintos grupos de indios, a los "caboclos" -indios tocados por lo que se llamaba "la civilización", o incluso ya mestizos- y, sobre todo, al mundo de los esclavos. Esta obra es considerada, como la de Johann Moritz Rugendas (véase la entrada del 7-02-2024), una fuente documental de gran valor para el conocimiento de la historia de Brasil.
Una de las cosas que documenta, y el motivo de que la traiga aquí, es la existencia de grupos indígenas que, como otros del propio Brasil y otras zonas cálidas del planeta, desconocían el vestido -otra realidad que refuta la idea, muy extendida en los ambientes cristianos, de que tras el Pecado Original ver desnuda a una persona del sexo opuesto es ineluctablemente ocasión próxima de pecados contra la Castidad-. Los camacanes, por ejemplo, según se lee en la página 18 del libro, "robustos y musculosos, van completamente desnudos, como los botocudos". Unos cuantos de estos últimos, refiere Debret (página 26), para ser mostrados a las autoridades, fueron vestidos con camisas y pantalones, pero, devueltos a su ambiente, se despojaron inmediatamente de la ropa para "gozar, según su costumbre, de la libertad de quedar completamente desnudos".
Jefe camacán mongoyo
Mujer camacán mongoyo
Caboclo
Aldea de caboclos en Cantagalo
Familia de botocudos en marcha
Botocudos, puris, patachos y maxacalis
Familia de indios guaraníes capturada por soldados indígenas de la provincia de Curitiba
Familia de un jefe camacán preparándose para una fiesta
Aunque no figura en el libro del que me ocupo, a Debret se le ha atribuido alguna vez este otro grabado:
De regreso en París, fue nombrado miembro de la "Académie des Beaux-Arts", fundada en 1816. Murió en París, pobre, en 1848.
Jean-Baptiste Debret
Comentarios
Publicar un comentario