¿QUÉ NOS TRAERÁ EL MAÑANA?

        

        Algunos nudistas veteranos me han contado que, allá en la década de 1970, alguna vez se personó en su playa la Guardia Civil y detuvo y llevó al cuartelillo a todas las personas que estaban allí desnudas, para interrogarlas y -supongo yo- imponerles la sanción administrativa prevista en la legislación vigente. Es sabido que en los tiempos de Franco el estado español era -haciéndose eco de la realidad social mayoritaria- confesionalmente católico, y que en asuntos como la indumentaria playera hacía suyos los criterios episcopales. Criterios a los que hice referencia en la entrada del 16-02-2019.
          Anécdotas como ésa hoy hacen reír a muchas personas, pero me sorprende que estas mismas personas no muestren la menor inquietud ante lo que, muy verosímilmente, puede traernos el futuro, habida cuenta de la avalancha de inmigrantes musulmanes que, favorecida por los promotores del globalismo, viene cayendo sobre esta Europa en pavoroso "invierno demográfico". El espectacular incremento del número de mahometanos, bastante prolíficos por cierto, en las naciones del Norte y el Occidente europeos va a suponer -está suponiendo ya de hecho en no pocos lugares- una islamización que es de temer que, a través de la pura legalidad democrática, acabe por entregar el poder político a gobiernos musulmanes que asfixiarán las raíces grecorromanas y judeocristianas que han configurado hasta ahora la cultura europea. 


           Dos aspectos de esa asfixia tienen relación directa con las materias de este blog: uno, que bajo un régimen islámico los cristianos son considerados dhimmi ("protegidos")es decir, creyentes, pero creyentes imperfectos que deben estar sometidos; otro es el relativo a los derechos de la mujer y la reglamentación de su vestuario. La islamización de Europa, que con gran probabilidad traerá consigo la imposición del hijab ("cobertura", "ocultación") en la vida cotidiana de toda la ciudadanía, sin duda impondrá el velo a las mujeres, les prohibirá el uso de un bikini, e incluso el de los trajes de baño que hoy nosotros consideramos el summum del recato, y ya no hablemos del nudismo, que, sencillamente, pasaría a la Historia. 
         ¿Acabaremos suecos, ingleses, alemanes, holandeses, belgas, franceses, austriacos, italianos, españoles... sometidos a las interpretaciones más extremas de la sharia? ¿Se obligará a todas las mujeres a adoptar el "burkini" en las playas y las piscinas? No sé, ni nadie puede saber, cómo se desarrollarán las cosas en el futuro, pero, si se cumpliesen los augurios menos optimistas, es de suponer que las infracciones se castigarán con algo más riguroso que las multas de Franco, esas que ahora les dan tanta risa a algunos. Aquí queda el aviso.

                                             
                                           
            

       


             

Comentarios