MITOS DEL NATURISMO: "DEBEMOS VIVIR DESNUDOS PARA CUMPLIR EL PLAN DE DIOS"

           En la entrada del 30-05-2020 me referí a la idea, sostenida por bastantes naturistas, de que, puesto que llegamos al mundo desnudos, lo normal debiera ser que viviésemos también desnudos; idea, como se pudo ver, en mi modesta opinión, insostenible. Hoy voy a ocuparme de otro mito, bastante parecido a aquél: el de que debemos vivir desnudos según el plan de Dios, ya que, como el Génesis nos dice, en el Paraíso Terrenal Adán y Eva estaban desnudos. Si no estoy equivocado, es una idea especialmente frecuente entre los nudistas cristianos norteamericanos.
       En las diversas corrientes religiosas derivadas de la Reforma se dan, como he señalado en varias ocasiones en este blog, opiniones muy encontradas a propósito de la valoración moral del nudismo. La falta de una autoridad jerárquica y el libre examen de la Biblia contribuyen indudablemente a esta diversidad de criterios. En los Estados Unidos y Canadá existen muchos cristianos no católicos -algunos sincera y firmemente comprometidos en el seguimiento de Jesucristo- que, invocando la Biblia, practican el naturismo con la convicción de estar cumpliendo así el verdadero plan de Dios sobre la Humanidad: viviendo "as God intended".

          No hay duda de que Dios quiso que la primera pareja humana viviera en total desnudez sin avergonzarse de ello, y, si tomamos este dato aisladamente, es muy razonable lo que piensan esos cristianos. Pero, a mi juicio, el plan inicial de Dios era todo un sistema, que incluía otras cosas que no es sensato ignorar: el Señor quiso, sí, que Adán y Eva no usaran ningún tipo de ropa, pero también quiso que vivieran permanentemente en gracia, y también -éstos son los "dones preternaturales" llamados por la Teología "dona integritatis"- que careciesen de concupiscencia, que fuesen inmortales, que no conocieran el dolor ni el sufrimiento y que tuviesen un cierto grado de sabiduría; y, además, quiso que obedecieran sus mandatos.

        Al desobedecer a Dios, es decir, al cometer el Pecado Original, Adán y Eva perdieron el estado de "justicia original", quedando privados del don sobrenatural de la gracia santificante y de los dones preternaturales de integridad. Desde entonces nuestra naturaleza es naturaleza caída.

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         Mediante la Redención, Cristo, Segunda Persona de la Trinidad, la restauraría en parte, ofreciendo a los humanos la posibilidad de recuperar la gracia a través del Bautismo y la Confesión, pero los "dones de integridad" quedaron perdidos para siempre.

        Así las cosas, practicar el desnudismo con el propósito -en muchos caso, seguro que muy bien intencionado- de dar cumplimiento al plan de Dios, cuando es obvio que, a causa del Pecado Original, que todos heredamos por la vía de la generación, es imposible recuperar el conjunto de aquel plan -del que, insisto, formaban parte también la inmunidad a la concupiscencia, la inmortalidad, la impasibilidad y los conocimientos naturales y sobrenaturales- me parece un desvarío. ¿Qué sentido tiene pretender volver a un solo elemento -y desde luego no uno de los principales- del plan divino si el resto de ese plan nos es inaccesible?  

      No diré yo que el naturismo -si se acompaña del debido pudor- es moralmente reprochable, pero de ninguna forma diría que es una forma de cumplir las intenciones de Dios. 

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Ilustraciones:

1.-Adán y Eva expulsados del Paraíso, Altar de Grabow, Maestro Bertram von Minden (1375), Kunsthalle, Hamburgo.        2.-Familia nudista.