Benjamin Franklin (1706-1790), científico, inventor, político, diplomático, escritor, ajedrecista, masón y otras cosas, es considerado uno de los "Padres Fundadores" de los Estados Unidos de América. Se le ha llamado "El Primer Americano" por su contribución a la unidad de su país.
Benjamin Franklin, por Joseph Siffred Duplessis (ca. 1785)
Otra de esas "otras cosas" que configuran la personalidad de Franklin es el nudismo.
Sabemos, por las noticias que recogió en su Autobiografía, que le gustaba mucho nadar y que era un gran nadador. En un pasaje de ella relata cómo, estando en Inglaterra, enseñó a nadar a un joven amigo:
"En la imprenta de Watts conocí a un joven bastante despierto llamado Wygate, que gracias a que procedía de familia rica, había recibido mejor educación que la mayor parte de los impresores, amén de ser un discreto latinista, de hablar francés y de apreciar la lectura. Le enseñé a nadar, en compañía de un amigo suyo, sólo con dos veces que fuimos al río, y pronto se convirtieron en sendos nadadores. Me presentaron a algunos caballeros que solían ir a Chelsea en barca para ver el colegio y el establecimiento de curiosidades de un tal Don Saltero".
E inmediatamente después revela que nadaba desnudo:
"Al regresar, por deseo y ante la insistencia de todos, animado por el propio Wygate, yo me desnudé, arrojándome al río, nadé desde Chelsea hasta Blackfriars, haciendo toda suerte de demostraciones y buceos muy del agrado de mis admirados compañeros. Era un deporte que me había gustado desde pequeño y que practicaba añadiendo mis propias habilidades al método Thevenot, tratando de hacer la natación más suelta y al propio tiempo más útil. Recibí muchos cumplidos que me halagaron bastante. Por su parte, Wygate, que quería perfeccionarse en la natación, estrechó su amistad conmigo y no sólo para que le enseñara, sino por la similitud de nuestros estudios".
Ilustración de Melchisédech Thévenot, L'art de nager démontré par figures, avec des avis pour se baigner utilement (1696)
Y en una carta que escribe desde Londres, el 28 de julio de 1768, a su amigo el savant francés -médico, lingüista, botánico, arqueólogo, físico, historiador y filósofo- Jacques Barbeu-Dubourg (1709-1799), le hace saber su afición al nudismo también en el ámbito doméstico:
"Apruebo mucho el epíteto que da en su carta
del 8 de junio [mayo] al nuevo método de tratar la viruela, que llama método
tónico o tonificante. Aprovecharé la ocasión para mencionar una práctica a
la que me he acostumbrado. Usted sabe que el baño frío ha estado de moda
aquí durante mucho tiempo como tónico; pero el golpe del agua fría siempre
me ha parecido, por lo general, demasiado violento: y me ha parecido mucho más
agradable a mi constitución bañarme en otro elemento, quiero decir aire
frío. Con esta vista me levanto temprano casi todas las mañanas y me
siento en mi habitación, sin ropa alguna, media hora o una hora, según la
estación, sea leyendo o escribiendo. Esta práctica no es en lo más
mínimo dolorosa, sino por el contrario, agradable; y si vuelvo después a
la cama, antes de vestirme, como sucede a veces, hago un complemento a mi
descanso nocturno, de una o dos horas del sueño más placentero que pueda
imaginarse. No encuentro ninguna consecuencia mala que resulte de ello, y
que al menos no perjudique mi salud, si de hecho no contribuye mucho a su
conservación. Por lo tanto, lo llamaré en el futuro baño vigorizante o tonificante".
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