MÁS SANTOS DESNUDADOS (Y ALGUNO DESNUDO)
Se han visto en este blog series iconográficas dedicadas a santos que o bien se desnudaron, en un gesto que quería ser símbolo de una disposición espiritual -Santa María Egipciaca, San Onofre, San Macario, San Francisco de Asís, San Juan Crisóstomo, San Benito, Santa María Magdalena, San Jerónimo-, o bien fueron desnudados como humillación o parte de su martirio -San Lorenzo, San Vicente, San Bartolomé, San Juan Evangelista, San Sebastián-.
Traigo aquí hoy una miscelánea de imágenes de otros santos que en alguna ocasión fueron también presentados por los artistas en esa situación de desnudez más o menos completa, dejando en evidencia (unas cuantas veces más) lo erróneo de la idea de que la religión católica ha propugnado una especie de horror a lo corporal.
Las damas primero. Y según el orden alfabético de sus nombres.
Santa Afra de Augsburgo fue quemada viva (aunque otros testimonios sostienen que murió decapitada), como se ve en este grabado:
Antonio Tempesta (ca. 1600)
A Santa Apolonia le arrancaron los dientes -es la patrona de los dentistas- y al fin murió en una hoguera:
Libro de horas Rohan Montauban (1430-1440)
Pedro Pertús le dedicó un retablo para la iglesia zaragozana de San Lorenzo, en el que hay dos cuadros que la muestran semidesnuda. En el segundo que presento, por una libertad del pintor, la santa no muere en la hoguera, sino degollada:
Pedro Pertús (+1583), Museo de Zaragoza
Pedro Pertús (+1583), Museo de Zaragoza
Santa Aurea fue martirizada con otros compañeros en Ostia Tiberina:
Lippo Vani (s. XIV), Angelicum, Roma
Antonio Tempesta (ca. 1600)
Santa Bárbara sufrió varios tormentos: potro, flagelación, garfios de hierro, lecho de puntas cortantes, hierros al rojo y, finalmente, murió decapitada por su propio padre, Díoscoro, que era pagano. Nada más matarla, un rayo lo fulminó.
Por esta relación con los rayos, Santa Bárbara es invocada contra las tormentas eléctricas ("Santa Bárbara bendita,/ que en el Cielo estás escrita/ en papel de agua bendita,/ guarda pan, guarda vino,/ guarda a la gente por el camino") y es patrona de la artillería, de los electricistas, de los pirotécnicos, de los mineros, de los canteros y de cuantos manejan explosivos. No por capricho el pañol donde en los antiguos navíos de guerra se guardaba la pólvora era llamado precisamente la "santabárbara".
Así la pintó el Maestro Francke (primera mitad del s. XV) en esta tabla del Museo Nacional de Helsinki:
Su contemporáneo valenciano Gonzalo Peris es el autor de este retablo, hoy en el Museo de Cataluña:
En el Museo Nacional de Varsovia se conserva un retablo de Wilhelm Kalteysen (ca. 1420-ca. 1496) del que forman parte estos dos cuadros :
Gudoccio Cozarelli (s. XV-XVI) plasmó así el martirio de la santa:
En 1528 terminó esta tabla Jean Bellegambe el Viejo:
El pintor bogotano Baltasar de Figueroa Vargas (s. XVII), representante notable del arte colonial, pintó en 1659 este cuadro para la iglesia de la santa en Bogotá:
A otro pintor colonial, el mexicano Cristóbal de Villalpando (s. XVII-XVIII), debemos este otro cuadro de principios del s. XVIII:
Esta pintura mural de Pietro da Cortona nos muestra el martirio de Santa Bibiana:
Pietro Berrettini, "Pietro da Cortona" (1596-1669), iglesia de Santa Bibiana, Roma
Obra gemela de este dibujo:
Sobre él se hizo después este grabado:
Antonio Tempesta (ca. 1600)
Fresco anónimo (s. XIII) de la catedral de La Seo de Urgel, Lérida,
Misal franciscano italiano (s. XIV)
Fernando Gallego (s. XV-XVI), Museo del Prado, Madrid
Miguel Ximénez (s. XV-XVI), Yale University Art Gallery, New Haven, Connecticut, USA
Miguel Ángel (s. XV-XVI), Capilla Sixtina, Roma
Gaudenzio Ferrari (ca. 1471-1546), Pinacoteca di Brera, Milán
Pedro Machuca (ca. 1490-1550), propiedad particular
Giovanni Pietro Ricci, "Giampetrino" (primera mitad del s. XVI)
Giovanni Pietro Ricci, "Giampetrino" (primera mitad del s. XVI)
Lelio Orsi (1508/1511-1587)
Simon Vouet (1590-1649)
Claude Mellan (1598-1688)
Maestro de Fuente Obejuna (comienzos del s. XVI), iglesia de Nuestra Señora del Castillo, Fuente Obejuna, Cordoba.
Marcello Venusti (1512/1515-1579), Museo de Capodimonte, Nápoles
José Gutiérrez de la Vega y Bocanegra (1791-1865), Museo del Prado, Madrid
José Gutiérrez de la Vega y Bocanegra (1791-1865), Museo del Prado, Madrid
Aquí se ve a Santa Cecilia en la caldera:
Así la pintó el Pseudo Jacopino en esta tabla de comienzos del siglo XIV:
Pseudo Jacopino di Francesco (1329), Pinacoteca Nazionale, Bolonia
así esta otra del mismo siglo:
Vies des Saints francesa (s. XIV)
y así ésta, también del XIV:
Vincent de Beauvais, Speculum historiale (s. XIV)
y esta otra de la misma época:
Jacobo de Voragine, Legenda aurea (s. XIV)
Otra edición del mismo libro la muestra así en el siglo XV:
Jacobo de Voragine, Legenda aurea (s. XV)
Miguel Torell, conocido como "El Maestro de Olot", la representó así en el retablo (s. XV) de la ermita de Santa Cristina en Corçá (Gerona):
Miguel Torell (s. XV), Museu d'Art, Gerona
Del siglo XVI es este fresco, bastante deteriorado:
Anónimo, iglesia de Saint-Symphorien, Nuits-Saint-Georges, Borgoña (s. XVI)
y este relieve que se encuentra en la basílica de la santa en su ciudad:
Benedetto Buglioni (1461-1521), Basilica di Santa Cristina, Bolsena
Así la pintó Filippo Paladini:
Filippo Paladini (1544-1614), propiedad particular
y por la misma época así "Palma el Joven":
Antonio di Jacopo Negretti, "Palma el Joven" (1544-1628), Pinacoteca degli Eremitani, Padua
Hacia 1620 "Rustichino" plasmó en este cuadro el martirio de la santa:
Francesco Rustici, "Rustichino" (1592-1626), Palazzo Chigi Piccolomini, Siena
Detalle
Así, también en el Barroco, Nicolas Regnier:
así Francesco Furini:
Francesco Furini (1603-1646), The John and Mable Ringling Museum of Art, Sarasota, Florida, USA
así Pietro Ricchi:
Pietro Ricchi (1606-1675), Pinacoteca Egidio Martini, Venecia
así François Verdier (1651-1730):
así Antonio Bellucci:
Antonio Bellucci (1654-1726), propiedad particular
No he conseguido averiguar nada sobre este cuadro:
Ya en nuestros días Donatella D'Angelo representó a la santa así:
y así otro artista de hoy especializado en comic:
Alan Davis (s. XXI)
Santa Dionisia fue azotada:
Jacques Callot (primera mitad del s. XVII)
Esta vidriera medieval de la catedral de Friburgo (Münster) recuerda el martirio de Santa Dorotea, patrona de los floristas, que murió decapitada:
Decapitada la pintó en 1593 Joost van der Baren:
Joost van der Baren (s. XVI-XVII), iglesia de S. Pedro, Leuven, Holanda
Éste es el martirio de Santa Emerenciana, por un artista desconocido:
Bartolomé Bermejo plasmó la flagelación de Santa Engracia en esta tabla:
Bartolomé Bermejo (ca. 1540-ca. 1501), Museo de Bellas Artes, Bilbao
En Rovinj, Croacia, se venera esta imagen de Santa Eufemia, martirizada con una rueda de cuchillas, como Santa Catalina:
Aunque se habla de una Santa Eulalia de Mérida, a la que desgarraron las mamas con garfios de hierro y le aplicaron antorchas sobre las heridas, hasta que el fuego prendió en su cabellera y la santa murió quemada, y otra Santa Eulalia de Barcelona, que fue azotada, sometida al ecúleo, desgarrada con garfios, puesta en un brasero, restregada con piedras, chorreada con aceite hirviendo y plomo derretido, arrojada a un foso de cal viva, metida en un tonel lleno de clavos y cristales y así empujada por una cuesta, encerrada en un corral lleno de pulgas, paseada desnuda por las calles y finalmente crucificada en una cruz aspada, como San Andrés -trece tormentos, por los trece años de edad que tenía-, no es seguro que no se trate de la misma persona. De una y otra se dice que, al morir, se vio salir de su boca una paloma blanca, que subió volando al Cielo. En todo caso, la iconografía no siempre las diferencia.
Retablo de Santa Eulalia (mediados del s. XIV), atrib. a Joan Lloert, Catedral de Palma de Mallorca
Santa Eulalia de Barcelona (1403), Pere Serra, catedral de Segorbe, Castellón
Santa Eulalia de Barcelona (1403), Pere Serra, catedral de Segorbe, Castellón
Santa Eulalia de Barcelona, Rafael Destorrents, Misal de Santa Eulalia, miniatura (ca. 1403), catedral de Barcelona
Santa Eulalia, Maestro de Villamediana (principios del s. XV), Museo Diocesano, Palencia
Santa Eulalia de Barcelona (ca. 1442-1445), Bernat Martorell , Museo de Cataluña, Barcelona
Santa Eulalia de Barcelona, Bernat Martorell (1390-1452), Museo Episcopal, Vic, Barcelona Conjunto
Detalle
Santa Eulalia de Barcelona, Jaime Cirera y Bernard d'Es Puig, retablo de Pardines (mediados del s. XV),
Museo Episcopal, Vic, Barcelona
Santa Eulalia (s. XV), Museo Diocesano de Burgos
Santa Eulalia de Mérida, anónimo (1523), Retablo de Tañabueyes, Burgos
Museo del retablo, Iglesia de San Esteban, Burgos
Santa Eulalia (1548), Maestro de Carbonero el Mayor, Segovia
Santa Eulalia de Barcelona, Bartolomé Ordóñez (s. XVI), catedral de Barcelona
Santa Eulalia de Barcelona, Bartolomé Ordóñez (s. XVI), catedral de Barcelona
Santa Eulalia (s. XVI), Lizarraga de Izagaondoa, Navarra
Santa Eulalia de Barcelona, Anónimo colonial (s. XVIII), Museo del Convento Agustino de Santa María Magdalena, Cuitzeo, Michoacán, México
Santa Eulalia, Roberto Michel (s. XVIII), Museo del Prado, Madrid
Santa Eulalia de Barcelona, Joseph-Bernard Flaugier (s. XVIII-XIX), Museo Diocesano, Barcelona
Santa Eulalia, John William Waterhouse (s. XIX-XX)
Santa Eulalia de Barcelona, Joan Junceda, ilustración (primera mitad del s. XX)
Santa Eulalia, fotografía, Angelo Cricchi (s. XX-XXI)
aunque en esa iglesia que le está dedicada en Conques se encuentra también esta vidriera del siglo XVI que la presenta sufriendo otro martirio:
Antonio Tempesta representó también el martirio de Santa Flavia, azotada y degollada:
A Santa Inés se la muestra alguna vez, como es habitual hacerlo en los casos de Santa María Magdalena y Santa María Egipciaca, con el cuerpo tapado por su cabellera o enteramente cubierto de pelo:
Jean Pucelle, Breviarium ad usum fratrum Predicatorum, llamado Breviario de Belleville (1323-1326), Bibliothèque Nationale, Paris
Maestro de Fauvel (1314-1340), códice francés, Bibliothèque Nationale, Paris
Alessandro Algardi (1653), iglesia de Sant'Agnese in Agone, Roma
Speculum Historiale de Vincent de Beauvais (s. XV)
y otras veces, semidesnuda:
Francesco Granacci (1469-1543), Galleria dell'Accademia, Florencia
José (o Jusepe) de Ribera (s. XVII)
A diferencia de otras santas que, como estamos viendo, fueron desnudadas, Santa Isabel de Hungría se desnudó voluntariamente como signo de su renuncia a los bienes del mundo:
Santa Julia de Córcega, o de Cartago, murió crucificada después de varios tormentos:
A Santa Juliana de Nicomedia, entre otras torturas, la colgaron de su cabellera y le arrojaron sobre el cuerpo estaño derretido, como se ve en esta pintura que no he conseguido documentar:
Un pintor anónimo del siglo XVIII la representa así:
Anónimo (s. XVIII), iglesia de Nuestra Señora de la Soledad, Puebla (México)
Aquí vemos a Santa Leocadia:
Alfonso Giraldo Bergaz (1770-1812), Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid
Santa Lucía es la patrona de las enfermedades de la vista no porque en realidad le arrancaran los ojos, sino porque en la Edad Media se vio una semejanza entre su nombre y el de la luz (Lux) en latín. Según los testimonios más fiables, fue torturada con aceite y pez hirviendo y después degollada. En esta representación medieval aparece torturada del mismo modo que Santa Águeda:
Anónimo (ca. 1300), Museo de Cataluña, Barcelona
En el oratorio de San Giorgio, en Padua, Altichiero pintó al fresco esta escena en que se ven las calderas con las sustancias con que la santa va a ser atormentada:
Altichiero (ca. 1330-ca. 1393), oratorio de San Giorgio, Padua
"El Veronés" representó majestuosamente la última comunión de Lucía, con su martirio al fondo:
Paolo Caliari, "Il Veronese" (1528-1588), Colección Bowes Lyon, Kincardine, Irlanda
Y su degollación se muestra en este cuadro de Jacob de Witt, inspirado en uno de Rubens:
Ésta es la historia del martirio de Santa Margarita:
Aquí vemos la ascensión de su alma al Cielo tras su decapitación:
Códice francés (s. XIII), Bibliothèque de Toulouse, Francia
Estas dos miniaturas del 300 recogen dos momentos de su martirio: cuando le aplican antorchas y cuando le desgarran las mamas con garfios:
Códice italiano (s. XIV)
Códice italiano (s. XIV)
Otra imagen con las antorchas:
Maestro de Crea (14741479), capilla de Santa Margarita, Crea, Alessandria, Piamonte, Italia
Y más imágenes de las torturas:
Fréderic Théodore Lix (s. XIX), Museo de Arte Moderno y Contemporáneo, Estrasburgo
Aquí tenemos a Santa Martina:
Vincent de Beauvais, Speculum historiale (s. XV)
François Verdier (1651-1730), Museo del Louvre, Paris
Santa Mustiola murió azotada con látigos emplomados (al fondo se ve a Santa Columba):
Aquí vemos uno de los martirios -o una parte del martirio- de Santa Prisca (o Priscila), a la que quemaron con antorchas, la rociaron con aceite hirviendo, la cubrieron de grasa derretida, le desgarraron el cuerpo con garfios de hierro -véase el grabado-, la azotaron, la sometieron al ecúleo, la arrojaron a los leones (que no la atacaron), la colgaron sobre una hoguera que no la quemó y al fin la degollaron:
El mismo Antonio Tempesta, que se dedicó en especial al tema, plasmó también el martirio de Santa Restituta, que, antes de ser decapitada, sufrió flagelación:
Antonio Tempesta (ca. 1600)
Antonio Tempesta (ca. 1600)
En este otro grabado aparece Santa Quinta (o Cointa) de Alejandría, a la que arrastraron, atada por los pies a unos caballos, azotaron con látigos y finalmente lapidaron:
Émile Bayard (s. XIX)
Santa Regina de Alesia fue azotada y finalmente decapitada por, como otras vírgenes y mártires, resistirse a las proposiciones deshonestas de un gobernador y perseverar en la Fe de Cristo:
Santa Severa sufrió flagelación:
Antonio Tempesta (ca. 1600)
Santa Susana (no sé cuál de las varias de este nombre) en esta miniatura medieval:
Libro de horas francés (ca. 1480)
Ahora Santa Tecla, que fue arrojada a unas fieras que, milagrosamente, en lugar de despedazarla la lamían con mansedumbre:
Relieve (s. XII), catedral de
Tarragona
Este lienzo del pintor polaco Henryk Siemiradzki (1843-1902) representa, bajo el título
"La Dirce cristiana", una mártir anónima:
Henryk
Siemiradzki (1897), Museo Nacional, Varsovia (Polonia)
Algunas
santas fueron martirizadas en grupo, como Ágape, Quione e Irene, quemadas en
una hoguera:
Grabado en madera, Opera Hrosuite [Roswita]: illustris uirginis et monialis Germane, gente Saxonico orte (1501)
o como Sabina (izquierda y derecha) y Serapia (centro):
o como Olimpia y Tadesia:
Antonio Tempesta (ca. 1600)
o Pelagia y Rhipisme:
Las Siete Mujeres martirizadas en Sebaste por el gobernador Máximo, bajo el imperio de Diocleciano, aparecen en esta pintura de Martín de Soria (s. XV):
En otros casos, fueron martirizados y desnudados a la vez hombres y mujeres, como los hermanos Vicente, Sabina y Cristeta, llamados "los mártires de Talavera":
Maestro Fruchel
(segunda mitad del s. XII), cenotafio de los santos Vicente, Sabina y
Cristeta,
iglesia de San Vicente, Ávila
o como Cipriano y Justina:
Pasemos ahora a la consideración de los santos varones.
San Adrián de Nicomedia el primero:
Omer Charlet (s.
XIX), iglesia de Marennes, Charente Maritime (Francia)
San Andrés en su cruz aspada:
Catedral de Milán
Anónimo español (s. XVIII)
A San Erasmo, obispo, le arrancaron el estómago y los intestinos con un torno:
Su vida se relata en las viñetas de este simpático dibujo francés:
Anónimo, Bibliothèque Nationale, Paris
José Clemente Orozco vio así en 1944 el momento en que San Esteban, el primer mártir de la Iglesia, fue apedreado (con Saulo, el futuro San Pablo, vigilando la ropa de los verdugos):
José Clemente Orozco (1883-1949), Museos Vaticanos, Roma
San Felipe, crucificado:
José (0 Jusepe) de Ribera (s. XVII), Museo del Prado, Madrid
San Hipólito de Roma, destrozado por los caballos (de los que sería proclamado patrono):
François-Joseph Heim (1787-1865)
San Pablo, de ermitaño (junto a San Antonio Abad):
Carlo Giuseppe Ratti (1737-1795), oratorio de Sant'Antonio Abate, Mele, Génova, Italia
San Pelayo, descuartizado con tenazas:
Juan Soreda (ca. 1532), retablo de la iglesia de San Pelayo, Olivares de Duero, Valladolid Conjunto
Detalle
Detalle
San Serapio fue crucificado como San Andrés, y después le arrancaron los intestinos, según lo pintó en 1622 Fray Juan Rizi (1600-1681) en este cuadro de la catedral de Cuenca (y finalmente le cortaron las extremidades):
Al apóstol San Simón lo aserraron por la mitad, como se ve en este grabado hecho por Lucas Cranach el Viejo hacia 1510-1515:
Lucas Cranach el Viejo (1472-1553)
El niño Simón de Trento fue acribillado por unos judíos:
San Vito de Lucania fue cocido en un caldero:
Anónimo (ca. 1500), Rikjsmuseum, Amsterdam
Peter Schmelzle (1514-1517)
Veit Stoss (1510-1520)
No se sabe qué santo eremita es el representado por Ribera en este lienzo. Algunos han pensado que San Pablo:
En este mosaico paleocristiano de Libia (siglo II) se nos muestra un mártir anónimo arrojado a las fieras:
Existen también obras que representan martirios colectivos de varones, como éste de los santos Gabino y Cipriano:
Fresco anónimo (s. XII), cripta de la iglesia abacial de Saint Savin-Sur-Gartempe, Vienne, Poitou (Francia)
En esta xilografía centroeuropea de 1460-1490 aparecen los santos Timoteo y Sinforiano (¿o Gorgonio y Teodoro?):
Y aquí san Mauricio y la Legión Tebana:
Los santos Valeriano y Tiburcio:
Amico Aspertini (1505), oratorio de Santa Cecilia, Bolonia (Italia)
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