UNA DESNUDEZ APÓCRIFA MÁS: SANSÓN (JUE 13-16)
El libro de los Jueces (13-16) recoge la historia de Sansón. En el capítulo 14 se nos relata cómo, cuando va hacia Timná para casarse allí con una chica filistea de la que se ha enamorado, despedaza con sus manos un león joven que, ya al final del camino, le salió al paso rugiendo. Esta hazaña inspiró a un escultor anónimo de Lucca (Toscana, Italia) este relieve (1175-1200), hoy en el Museo Nazionale di Villa Guinigi, en el que Sansón aparece desnudo; pero no porque la Biblia diga en ningún momento que estaba así cuando luchó con el león, sino, muy probablemente, por la devoción que el Renacimiento sentía por el cuerpo humano y por la estatuaria clásica. Este tema iconográfico a veces puede confundirse con el de Hércules y el león de Nemea.
Sobre el mismo tema hizo Lucas Cranach el Viejo (1472-1553) este dibujo de 1509:
También es del siglo XVI esta estatua anónima:
Cristofano Stati, "Cristofano da Bracciano" (1556-1619), es autor de ésta, actualmente en Chicago:
En el palacio episcopal de Arezzo se encuentra este fresco de 1605-1607 de Teofilo Torri:
Un escultor anónimo de la escuela de Leonard Kern (1588-1662) hizo esta versión en marfil:
Ésta es la versión de Gian Lorenzo Bernini (1598-1680):
Laurent Delvaux (1696-1778) esta otra, en madera, que está en el Museo del Louvre:
En los jardines del palacio de Versailles está ésta:
Luigi Impaccianti (s. XIX) representó el momento en este dibujo:
El tema reaparecerá algo después (1891) en un cuadro de Léon Joseph Florentin Bonnat (1833-1922):
En la basílica de Notre-Dame de Fourvière (Lyon) se encuentra esta escultura:
Desde más cerca:
Esta fuente está en el Parque Peterhof de San Petersburgo:
Y ésta de Gleb W. Derujinsky (1888-1975), en Brookgreen Gardens, South Carolina (USA):
A Franz von Stuck (1863-1928) debemos esta nueva interpretación pictórica del tema:
Una interpretación vanguardista del inglés Cyril Edward Power (1874-1951):
La versión de Marc Chagall (1887-1985), como todo lo suyo, original y poética:
Este dibujo a lápiz es de Charles Frederick Tunnicliffe (1901-1979):
Y, ya en el siglo XXI, el ruso Nikolay Kipetsky ha hecho esta elegante interpretación escultórica del tema:
y Jason Andrea este dibujo:
El capítulo 15 del mismo libro de los Jueces cuenta cómo Sansón, maniatado, es entregado por la gente de Judá a los filisteos, que celebran con gran alegría la captura de su mayor enemigo. Pero Yahveh inspira a Sansón, que rompe fácilmente los cordeles que le ataban y, empuñando una quijada de asno que encuentra casualmente, mata con ella a mil filisteos. Este episodio sobrehumano inspiró a Miguel Ángel (1475-1564) un grupo escultórico en el que Sansón aparece también desnudo:
El capítulo 15 del mismo libro de los Jueces cuenta cómo Sansón, maniatado, es entregado por la gente de Judá a los filisteos, que celebran con gran alegría la captura de su mayor enemigo. Pero Yahveh inspira a Sansón, que rompe fácilmente los cordeles que le ataban y, empuñando una quijada de asno que encuentra casualmente, mata con ella a mil filisteos. Este episodio sobrehumano inspiró a Miguel Ángel (1475-1564) un grupo escultórico en el que Sansón aparece también desnudo:
Esta obra del gran artista creó un modelo iconográfico que suscitaría imitaciones tanto escultóricas como pictóricas. Una de ellas es la de Pier Francesco di Bartolomeo, "Pierino da Vinci" (ca. 1530-1553):
Otra, ésta de Jacopo Robusti, "Tintoretto" (1518-1594):
Otra, la de Giovan Battista Naldini (1535-1591):
Y otra la de Jean Boulogne, "Giambologna" o Juan de Bolonia (1529-1608):
Además, Gerrit Dou (1613-1675) incluyó una copia de la obra de Miguel Ángel en un autorretrato pictórico de 1647:
Guido Reni (1575-1642) mostró a Sansón blandiendo victorioso la quijada después de matar a los 1.000 filisteos:
y el mexicano Felipe Valero, en 1852, lo representó cubierto con la piel del león y enarbolando la quijada, pero sin ningún filisteo junto a él:
Otro momento de la vida de Sansón que ha inspirado a muchos artistas es el referido en Jue 16, 4-21: el héroe se enamora de una mujer del valle de Soreq llamada Dalila. Los jefes filisteos hablan con ella para encargarle, con la promesa de una buena recompensa, que averigüe, valiéndose de sus atractivos, dónde reside la extraordinaria fuerza de Sansón. Dalila le interroga -es de suponer que en la alcoba, lo que explica que en no pocas representaciones estén desnudos los dos protagonistas de esta escena y las semejantes que siguen-, él desconfía de las preguntas de ella y la engaña diciéndole que si lo ataran con los nervios aún frescos de siete animales quedaría debilitado. Cuando los filisteos que estaban apostados allí al lado se lanzan sobre él, Sansón se suelta con toda facilidad.
Dalila insiste, y en esta segunda ocasión la respuesta de Sansón es que perderá sus fuerzas si le atan con siete cordeles nuevos. En este punto de la historia, me parece, se fijó Ubaldo Gandolfi (1728-1781) para este cuadro:
John Francis Rigaud (1742-1810) para éste:
y William Blake ((1757-1827) para éste:
La explicación de los cordeles también resulta falsa cuando los filisteos intentan capturar a Sansón. Sólo con dos intentos más logra Dalila arrancar el secreto de Sansón: "Navaja no ha pasado sobre mi cabeza, pues soy nazareo de Elohim desde el seno de mi madre. Si fuere rapado, se retiraría de mí mi fuerza, quedaría debilitado y vendría a ser como un hombre cualquiera" (Jue 16, 17). Esta vez sí: Dalila avisa a los jefes de los filisteos que ya tiene la clave para dominar a Sansón, llegan ellos con el dinero prometido y Dalila lo adormece sobre sus rodillas, como se plasma en este cuadro de la bielorrusa contemporánea Daria Souvorova:
y acto seguido, con ayuda de un filisteo que tenía escondido cerca, le rapa las guedejas. Aquí traigo varias pinturas alusivas a esto. La primera, un dibujo, bastante expresionista por la desproporción de las figuras, de Miguel Ángel:
Una de William Blake:
Este cuadro, un tanto decadentista, es de Albert Alexander Paul Rouffio (1855-1911):
Los dos que siguen, de Max Liebermann (1847-1935):
y el mexicano Felipe Valero, en 1852, lo representó cubierto con la piel del león y enarbolando la quijada, pero sin ningún filisteo junto a él:
Otro momento de la vida de Sansón que ha inspirado a muchos artistas es el referido en Jue 16, 4-21: el héroe se enamora de una mujer del valle de Soreq llamada Dalila. Los jefes filisteos hablan con ella para encargarle, con la promesa de una buena recompensa, que averigüe, valiéndose de sus atractivos, dónde reside la extraordinaria fuerza de Sansón. Dalila le interroga -es de suponer que en la alcoba, lo que explica que en no pocas representaciones estén desnudos los dos protagonistas de esta escena y las semejantes que siguen-, él desconfía de las preguntas de ella y la engaña diciéndole que si lo ataran con los nervios aún frescos de siete animales quedaría debilitado. Cuando los filisteos que estaban apostados allí al lado se lanzan sobre él, Sansón se suelta con toda facilidad.
Dalila insiste, y en esta segunda ocasión la respuesta de Sansón es que perderá sus fuerzas si le atan con siete cordeles nuevos. En este punto de la historia, me parece, se fijó Ubaldo Gandolfi (1728-1781) para este cuadro:
John Francis Rigaud (1742-1810) para éste:
y William Blake ((1757-1827) para éste:
La explicación de los cordeles también resulta falsa cuando los filisteos intentan capturar a Sansón. Sólo con dos intentos más logra Dalila arrancar el secreto de Sansón: "Navaja no ha pasado sobre mi cabeza, pues soy nazareo de Elohim desde el seno de mi madre. Si fuere rapado, se retiraría de mí mi fuerza, quedaría debilitado y vendría a ser como un hombre cualquiera" (Jue 16, 17). Esta vez sí: Dalila avisa a los jefes de los filisteos que ya tiene la clave para dominar a Sansón, llegan ellos con el dinero prometido y Dalila lo adormece sobre sus rodillas, como se plasma en este cuadro de la bielorrusa contemporánea Daria Souvorova:
y acto seguido, con ayuda de un filisteo que tenía escondido cerca, le rapa las guedejas. Aquí traigo varias pinturas alusivas a esto. La primera, un dibujo, bastante expresionista por la desproporción de las figuras, de Miguel Ángel:
Una de William Blake:
Los dos que siguen, de Max Liebermann (1847-1935):
De Marc Chagall (1887-1985) es este grabado:
Este lienzo, de Ernani Costantini (1922-2007):
Éste tan simpático y tan ruso es de Lev Serafimovich Kotlyarov (n. 1925):
Dos de Edward Knippers (n. 1946), especializado en desnudos sobre temas bíblicos:
Privado Sansón de su fuerza, los filisteos caen sobre él, que se despierta ignorante de lo que le ha sucedido. Ese preciso instante lo retrató Peter Paul Rubens (1577-1640):
y también Anton Van Dyck (1599-1641):
y posteriormente Gaetano Gandolfi (1734-1802):
y Ferdinand-Anne Piestre Cormon (1845-1924):
y Lovis Corinth (1858-1925):
La última parte de Jue 16 se dedica a relatar el final de Sansón: tras la traición de Dalila, los filisteos, que se sienten muy contentos por tener en sus manos a su mayor enemigo, le arrancan los ojos, lo llevan a Gaza y allí lo sujetan con dos cadenas de bronce y lo obligan a hacer girar la muela de un molino (Jue 16, 21). Creo que a estos momentos corresponde el impresionante cuadro que pintó Annibale Carracci (1560-1609):
y también este grabado en acero de Edward Armitage (1817-1896):
y este espléndido dibujo de Georges Rouault ( 1871-1958):
"Sansón dijo entonces al muchacho que le conducía asido de la mano: 'Déjame y haz que toque las columnas sobre las que el edificio se asienta, para que me apoye en ellas'. El edificio estaba lleno de hombres y mujeres, y encontrábanse allí todos los sátrapas de los filisteos, y sobre la terraza había unos tres mil hombres y mujeres que contemplaban los juegos de Sansón. Entonces invocó Sansón a Yahveh, y dijo: '¡Señor mío, Yahveh, acuérdate, por favor, de mí, y dame fuerza solo por esta vez, oh Dios, para que me vengue de los filisteos con una sola venganza por mis dos ojos!'. Y palpó Sansón las dos columnas centrales sobre las que estaba fundamentado el edificio, se apoyó en ellas, en una con su diestra y en la otra con su siniestra. Dijo entonces Sansón: '¡Muera yo con los filisteos!' y a la vez se estiró con fuerza y el edificio se desplomó sobre los sátrapas y sobre todo el pueblo que en él había. Y fueron los muertos que con su muerte hizo morir más numerosos que los que había matado en su vida". (Jue 16, 26-30).
También este
episodio de la vida de Sansón atrajo a los artistas, algunos de los cuales
lo representaron desnudo. Por ejemplo, el autor de este relieve de la iglesia de Santa María de Viana,
Navarra:
El cuadro que sigue, de ca. 1650, parece obra de un pintor desconocido de la escuela genovesa, aunque algunos lo atribuyen a Rubens:
El alemán Max Slevogt (1868-1932) vio así el suceso en este cuadro de 1906:
En Ashdod (Israel) se erigió este monumento conmemorativo de la muerte del héroe:
Y un escultor contemporáneo representó así el suceso:
Como se ha visto, la vida de Sansón ofreció a los artistas no un tema sino varios propicios para representar desnudo al héroe -otros muchos creadores lo evocaron con más o menos ropajes-: el combate con el león, la muerte de los mil filisteos con la quijada de burro, las sucesivas conversaciones con Dalila, el corte de la cabellera, la captura definitiva por parte de los filisteos, los castigos que le infligen y el sacrificio final bajo las columnas del circo.
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